Y allí estaba yo, en mi hora de comer en el H&M del Paseo de Gracia con una total seguridad de mirar y no comprar ninguno de los vestidos del señor Elbaz, pero tenía que verlos.
Cuando llegue me encontré con vallas de seguridad separando la ropa standard de la de Lanvin y una cola controlada, supongo que para crear una atmósfera más glamorosa que estuviera a la altura de la casa colaboradora. También había el doble de dependientes y guardas de seguridad.
Fue gracioso, pero he de admitir que tenia sentido, los clientes a los que dejaban entrar a cuentagotas disfrutaba de espacio para apreciar los diseños y decidirse a comprar sin prisas ni empujones.
La mayoría de los modelos desaparecieron a las pocas horas excepto por el vestido de Tul que veis más abajo y que se vendía en varios colores, bonito pero menos ponible y quizás también menos favorecedor, con este vestido pueden pasar dos cosas, que parezcas un espectacular actriz de los 50 o que parezcas una mesa camilla, si crees que la primer opción puede ser la tuya, corre! todavía quedan!
Aquí os dejo una fotos que saque con mi móvil. Mi favorito, el primero con estampado floral y mangas de farol .
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